La magia de contar historias a través de la Fotografía Narrativa




La fotografía es una herramienta de expresión muy potente. Con una sola imagen se pueden contar historias verdaderamente complejas. ¿Cómo se consigue esto? Mediante la foto-narración o narrativa fotográfica. Esta técnica consiste en utilizar la fotografía única y exclusivamente como medio para contar una historia. En este artículo vamos a intentar desvelar los secretos de la narración fotográfica.




¿La Historia Hace a la Fotografía o es la Fotografía la que Fabrica la Historia?


Que en cada fotografía hay una historia explicada es algo innegable. ¿Pero qué es lo primero? ¿La fotografía crea la historia? o ¿es la historia la que se deja fotografiar? Me temo que no podremos nunca afirmar que una de las dos es la afirmación correcta ya que ambos casos se dan en fotografía:

La historia retratada: 
Vemos algo que nos llama la atención y lo capturamos. Las especialidades que más juegan con esta visión fotográfica son la fotografía urbana, la de deportes o el fotoperiodismo, entre otras. En general, tiene más importancia la capacidad de transmitir aquello que se está viendo que los parámetros técnicos de la fotografía (aunque, evidentemente, éstos no se deben olvidar).

La historia (re)creada: 
Consiste en recrear una historia real o inventada a través de un escenario y uno o varios sujetos.  Las disciplinas fotográficas que más se sirven de esta visión son la fotografía de moda, la fotografía macro, etc. Consiste en planear hasta el más mínimo detalle la fotografía resultante, vigilando que todos los detalles tengan algún significado y que, por lo tanto, no haya nada fortuito.

¿A qué viene todo esto? Pues sirve de introducción para abordar el tema principal del artículo:

La Narrativa Fotográfica

Como ya hemos visto, todas las fotografías cuentan una historia. A veces real, a veces inventada. A veces ficcionada, a veces, simplemente, captada. Algunas veces es muy evidente y otras, más sugerente . El caso es que una fotografía siempre tiene algo detrás. Cuando queremos potenciar esto y usar la fotografía únicamente como una herramienta para contar una historia, estaremos haciendo narrativa fotográfica.

Una narrativa fotográfica (o una fotografía narrativa) puede estar relatada en una sola imagen o en una serie de ellas.


Todo lo que Puedes Llegar a Hacer

Como todo, con un poquito de creatividad, puede convertirse en algo impresionante. Aquí van unas pequeñas ideas de cosas que se pueden hacer para que una narrativa fotográfica tome más vida todavía y se convierta en algo grande:

Acompañar las fotografías con otros elementos. Puedes darle más dimensión a la imagen si acompañas las fotografías de algún texto que las ilustre. También puedes relacionarlas con canciones, vídeos... Si eres capaz de explicar la historia por más de un medio, el conjunto que realices tendrá mucha más fuerza.

Conviértelo en tu proyecto personal. Puedes intentar crear una verdadera novela fotográfica que te acompañe durante un tiempo en tu andadura fotográfica.

También puede ser un buen proyecto conjunto. Seguro que tienes un amigo al que le gusta escribir (o componer canciones, o grabar vídeos, o dibujar...). Puedes proponerle empezar una narrativa que esté a medio camino entre la fotografía y otra disciplina artística. Seguro que entre los dos podéis crear una historia más compleja y completa!


No te encierres. Si realmente te apetece empezar a realizar una narrativa fotográfica, haz una lluvia de ideas, a ver qué se te ocurre. ¡Creatividad al poder!







El Proceso a Seguir para Realizar una Buena Narrativa Fotográfica

Como ya hemos comentado, una narrativa fotográfica puede consistir en una sola fotografía que exprese una historia. Sin embargo, la verdadera complicación surge cuando se quiere realizar una serie de fotografías con una historia que las una. ¿Por dónde empezar?

Lo primero de todo es hacer una lista de todos los personajes y definirlos bien 

¿es hombre, mujer, animal, ...? ¿cómo es físicamente? ¿tiene alguna obsesión? ¿qué lo hace especial? etc). Profundiza bien en tus personajes, define bien sus problemas, sus sueños y su vida en general. Aunque toda esta información luego no llegue al espectador de tu narrativa, te ayudará mucho a elaborar toda la historia sin que ésta tenga incongruencias.

Después debes crear la historia
Escríbela en algún sitio. Para que tu narrativa fotográfica tenga un sentido completo y no haya incongruencias entre las distintas fotografías-capítulos es necesario tener presente lo que vas a explicar.

Empezar a planear las imágenes que formarán tu historia
¿De cuántas imágenes estamos hablando? En realidad, de todas las que quieras. Puedes explicar una historia en un par de imágenes o hacer un serial con veinte fotos por temporada. En función de la complejidad de tu historia, te irá mejor un formato u otro. Sea como sea, para poder controlar bien hasta el más mínimo detalle, debes tener las imágenes en tu cabeza antes de tomarlas. También deberás empezar a pensar el escenario en el que tomarás tus fotos, el ángulo que usarás, el mejor objetivo...

El timing es importante
O sea, debes organizar muy bien el calendario. ¿Cuándo tomarás las fotos? ¿En qué orden lo harás? ¿Qué luz te va mejor para cada escenario? Lo ideal sería que, antes de ir a tomar las fotos, visites tus escenarios para conocer la luz que hay en cada momento y, así, poder decidir cuando debes ir a tomar las imágenes. De esta manera, también, podrás controlar que todas las imágenes tengan la misma luz y, así, sean más una serie que un conjunto de fotos independientes.

Busca bien a tus modelos. 
Los modelos serán la cara de tu proyecto, así que debes escogerlos bien. Puedes buscar en páginas dedicadas a eso (fotopunto, fotoplatino o nosolotop, por ejemplo). Ahí podrás ver trabajos previos de los modelos que más te gusten y podrás elegir aquella persona que más te interese para tu proyecto.


No dejes nada al azar
Cuando decidas empezar a hacer las fotografías, intenta no dejar ningún detalle a la suerte. Que todo esté bajo tu control para poder contar bien tu historia.

¿Qué es Más Importante? ¿El Qué o el Cómo?

Llegados aquí, te plantearás esta pregunta. ¿En qué debes centrarte más? ¿En la realización de la fotografía? ¿O en contar la historia? La verdad es que debes prestar atención a ambas cosas. Tu misión final es explicar algo, así que no tendría sentido descuidar esta parte del trabajo. Pero a la vez, buscas hacer una fotografía, y una fotografía mal ejecutada no llamará tanto la atención como si eres cuidadoso con todos los detalles (de luz, de composición, de procesado...). 

En conclusión, deberás tener muy clara la historia pero, a la vez, deberás pensar muy bien cada una de las fotografías que formarán tu narrativa. Así, cada fotografía de la narrativa, aunque por ella misma no explique ninguna historia, será una buena imagen.
















Consejos

Ahí van algunos consejos a tener en cuenta a la hora de empezar a realizar tu narrativa fotográfica:

Que las fotografías que hagas tengan algo en común más allá de la historia que explican. Puede ser la estética, los encuadres, los personajes, el procesado. Cualquier cosa sirve. El caso es que se vean como una serie y no como fotografías sueltas. Eso hará que tu narrativa tenga más consistencia.

Que no haya detalles gratuitos en las imágenes. Es decir, que todo tenga un sentido o un significado. Puedes servirte de los detalles para definir a los personajes de tu historia, para adelantar cosas que pasarán en un futuro, para relacionar acciones con alguna imagen del pasado...

Que haya cierto factor humano. Es cierto que puedes crear historias sin que en ellas aparezcan humanos, sólo con objetos o animales. El caso es que, a los humanos, nos gusta vernos en las fotos. Y, en general, un simple detalle humano (como puede ser una mano o una sombra) hace que una imagen nos llame mucho más la atención.

Que tengas en cuenta cuando debes publicar las fotografías. Puedes publicarlas todas seguidas o ir haciéndolo más lentamente, para crear expectación. En el caso de querer publicar "por fascículos", tienes que tener en cuenta que las imágenes que publiques sean como capítulos de un libro, que se puedan entender por si solas pero dejen en el aire ciertos temas.

Que mires y analices MUCHAS fotografías planteándote la historia que puede haber detrás de ellas y qué puede haber querido transmitir el fotógrafo. Analiza hasta el más pequeño detalle. Pregúntate cosas del estilo de ¿Qué hará ESO AHÍ? porque muchas veces, se puede extraer información hasta de lo más pequeño!




Publicar un comentario

0 Comentarios