Hablar en un escenario frente a una audiencia es un privilegio bastante aterrador. Tienes la atención de un grupo de personas y la oportunidad de conseguir un impacto directo en sus vidas (y potencialmente en sus futuros). Sigue estos consejos para dar buenas presentaciones:
1. Cuenta buenas historias
Si no lees más de este artículo, enfócate en este punto. Piensa sobre las historias que puedes contar que son interesantes pero que también incluyen una lección. Todos tenemos historias que contar, ¿pero resonarán en tu audiencia? ¿Se podrán relacionar con ellas? Si tienes soportes visuales (como una presentación en PowerPoint) conviértelos en acompañamientos de tus historias.
2. No leas en tu presentación
Ya sea de tu laptop o de notas escritas. Sé que hablar en público es algo que produce nervios; pero recuerda que aceptaste hacerlo. Así que dales a las personas el respeto que merecen. Practica tu presentación y conoce a profundidad sobre lo que estás hablando. Si de pronto te pierdes, está bien que de vez en cuando des un vistazo a tu presentación, pero lo peor que puedes hacer es sonar como un robot en el escenario.
3. Grábate para incrementar tu comodidad en el escenario
Grábate dando un discurso y después evalúa cómo lo hiciste. Conforme más lo hagas, mejor serás en ello. En mi caso, antes realizaba un show en video diario para involucrarme con la audiencia y sentirme más cómodo. Tú también inténtalo. Invita a unos cuantos amigos y colegas para ver cómo practicas en vivo y pídeles su retroalimentación.
4. No abuses de las estadísticas ni de las citas
He visto esto muchas veces: Alguien sube al escenario para hablar de un tema interesante, y en lugar de brindar su perspectiva, su presentación está llena de estadísticas de otros sitios web y frases de otras personas. Sí, puedes respaldar tu discurso con estadísticas y citas si es necesario, pero es mejor ofrecer información novedosa y tus propias percepciones. Sin saberlo, las personas encontrarán grandes citas de tus pláticas que ni tú sabías que eran dignas de recordarse.
5. Usa la “Regla de PowerPoint 10 20 30” de Guy Kawasaki
Creo que incluso los mejores oradores pueden tener a personas en su audiencia que se distraen con laptops o celulares. Por eso me gusta usar imágenes y textos atrevidos en mis presentaciones. Guy Kawasaki fue mi inspiración con su idea de 10 diapositivas, 20 minutos y 30 puntos de fuente. Aunque no la sigo al cien por ciento, es la base de mi presentación. Si pongo texto en una diapositiva, éste está en fuentes grandes y evito las frases largas (son más recomendables los bullets). Típicamente mis presentaciones son de 20 diapositivas, pero sobre todo porque acompaño mis historias con fotos interesantes.
6. ¡Energízate!
Recientemente vi a James White, de Signalnoise.com, dar una plática. Él bromeaba diciendo que tenía 750 diapositivas en su presentación, y aunque no eran tantas, sí eran muchas. Usaba sus diapositivas para crear energía y atraer a la audiencia. Algunas de ellas eran divertidas, otras eran de su trabajo, otras eran listas. Sus diapositivas eran grandiosas, pero realmente fue su energía lo que hizo que la audiencia se emocionara. Aunque no seas una persona muy enérgica procura moverte por el escenario, tener confianza al hablar e involucrar a la audiencia.
7. No tienes que contar chistes
Muchos aspirantes a oradores cometen el error de tratar de ser alguien que no son cuando están en el escenario. La mayoría de las veces se trata de ser comediante. Pero no necesitas contar chistes para hacer reír a la audiencia. Si no estás acostumbrado a contar chistes, tu discurso no es un buen lugar para empezar a hacerlo.
8. La audiencia teme a las preguntas y respuestas
Si quieres dejar espacio para preguntas y respuestas, debes estar preparado a que nadie levante la mano. Piensa, ¿cuándo fue la última vez que preguntaste algo después de una presentación? Personalmente, me gusta hacer sesión de preguntas y respuestas porque las personas suelen hacerme buenas preguntas.
Cuando sé que haré sesión de preguntas y respuestas al final de mi presentación, desde el principio pido a la audiencia que a lo largo de la charla escriban sus preguntas. Si no lo haces, al final de tu presentación puedes indicar que habrá tiempo para preguntas y respuestas y que si nadie alza su mano, empezarás a hacerte preguntas al azar como: Calzo del 9. Me encanta el queso. Y lo siento, no soy soltero. Quizá no te sientas cómodo haciendo algo así, pero realmente funciona. La audiencia a veces sólo necesita un empujoncito.
9. Si no te gustan las preguntas y respuestas durante la presentación, pide hacerlo al final
Las primeras veces que hablé ante un público no quería una sesión de preguntas y respuestas. Nadie te obligará a hacerlo, así que anuncia que al final podrán acercarte a ti. Es una forma fácil de no interactuar con las preguntas de toda una audiencia y de conocerlos personalmente. He creado algunas de las mejores relaciones de negocios de esta manera. Las personas probablemente se sentirán menos incómodas haciéndote preguntas cara a cara.
10. Sé tú mismo
Sé que esto suena obvio, pero es muy importante que lo recuerdes. Conforme más intentes actuar como alguien que no eres, más podrán ver las personas a través de ti. Cuanto más actúes como tú mismo, más confianza tendrás y es más fácil que la audiencia se relacione contigo. Vía || soyentrepreneur
una publicación por IXOUSART.
0 Comentarios
Gracias por tu comentario!!!