“Aprender de la experiencia ajena para ahorrarte los errores más graves y más comunes” es el mejor consejo que se le puede dar a una persona que se está formando para emprender. El segundo mejor consejo es: “…y a continuación aprende de tu propia experiencia”.
En este post me gustaría darte algunas sugerencias para que montes tu blog “con la experiencia ajena bien aprendida”; así solo te faltará adquirir la tuya propia, si aún no la tienes, para encontrar el camino del éxito.
Aquí te dejo mi decálogo sobre estrategia de blogging para emprendedores. Espero que te sea útil.
1º No te escondas detrás de una marca
Todos los consejos que vamos ver, son consejos para ti, como emprendedor.
El protagonista de tu blog, debes ser tú, con nombre y apellidos.
…Tú, y también tus socios, tus colaboradores, e incluso otros colegas de tu profesión. Los blogs los hacen personas, para personas.
El blog “de marca” puede ser una buena idea, pero generalmente no es lo más adecuado para un emprendedor, en el sentido actual del término.
Los proyectos van y vienen, pero tu marca personal es para toda la vida; muchas veces, es lo único que queda después de un fracaso, así que más vale que acumules valor en torno a ese activo.
2º No cometas el típico error de creer que tu audiencia solo está compuesta por tus clientes
Tu audiencia no está formada solo por la gente a la que teóricamente quieres vender algo, sobre todo si cultivas el “posicionamiento por autoridad”, como se explica más abajo.
Como punto de partida, deberías considerar como audiencia a todas las personas que pueden afectar a tu actividad o verse afectadas por ella (para darnos importancia, algunos llamamos a ese colectivo “stakeholders” )
El blog es una fuente de prestigio y de influencia. Una herramienta de networking. También es una herramienta de SEO, pues los motores de búsqueda priman el contenido de valor.
Muchas veces, el blog te será más útil en tu entorno profesional (colegas, proveedores, inversores, socios comerciales, prescriptores, medios de comunicación), que de cara a tus clientes. O no. Depende de tu actividad y de tu estrategia. Pero recuerda:
Pregúntate quiénes son tus stakeholders; define con precisión a quiénes hablas en tu blog y para qué; asegúrate de que compartes contenidos que interesan realmente a esas personas.
Algunos blogueros escriben para ser útiles a los profesionales de su mismo sector, es decir, ¡escriben para aportar valor a sus propios competidores! ¿Entiendes ahora por qué?
3º Sé generoso
…Si es posible, muy generoso.
Compartir contenidos de valor, poner tus conocimientos y experiencias al alcance de los demás, conlleva un ejercicio de generosidad que, hasta hace poco tiempo, chocaba frontalmente con el estilo de gestión tradicional. Por eso muchas empresas veteranas tienen dificultades para entender el entorno digital; no cometas ese error, y tendrás ventaja sobre ellas.
El “experto” que esconde celosamente los conocimientos de su oficio y trata con condescendencia al profano, pasó a la historia. Afortunadamente.
4º Recuerda que el blog no es para vender…
…Sino para aportar valor a tu audiencia y para poner ese valor al servicio de tu visibilidad, tu prestigio y tu negocio.
El blog no vende, pero es parte de una maquinaria que tiene como fin último vender.
Para rentabilizar el éxito de tu blog, no olvides incluir, con la máxima transparencia, los enlaces hacia los espacios en la Red en los que sí vendes.
Avergonzarse de vender es tan malo como ser un mercachifle compulsivo; todos vendemos algo, es cuestión de saber hacerlo en el lugar y momento indicados.
5º Cultiva el posicionamiento por autoridad
Si no sabes nada de la actividad que vas a desarrollar, más vale que no emprendas.
Si eres un auténtico experto (¡seguro que sí lo eres!) demuestra tu autoridad, compartiendo conocimiento en tu blog.
Posicionamiento por autoridad significa hacer lo necesario para ser reconocido como un experto por los demás. Ese reconocimiento lleva al aprecio y al respeto, y en última instancia a la creación espontánea de oportunidades, por ejemplo, a través de la recomendación.
No puedes ponerte a ti mismo la etiqueta de experto; eso es algo que solo otros expertos pueden hacer por ti.
Como suele decirse, “tienes que fabricarte tu propia suerte”. Ser percibido como una autoridad en tu ámbito, si realmente lo mereces, es la manera más eficaz de conseguir estar a menudo “en el lugar preciso en el momento adecuado”.
6º Aprende a seducir con las palabras
Para no repetirme, te remito a otro de mis posts en el blog de mecenium: ¿Sabes escribir para convencer? descubre el arte de seducir con palabras en la Red (¡con mi agradecimiento por toda la participación y actividad en redes sociales que generó en su momento este artículo!).
Si tienes buenas historias que contar, y aprendes cómo contarlas… ¡éxito asegurado! ¡ya lo verás!
7º Ten presente que un blog aislado de las redes sociales, hoy por hoy no sirve para nada
Tu blog, tu página de Facebook (página, no perfil personal), y tu Twitter, forman parte de un mismo espacio profesional que tú controlas. Si en tu actividad son importantes otros medios sociales, como por ejemplo Pinterest o Youtube, éstos también formarán parte de ese espacio.
Un blog no es una red social, pero sí es un medio social. No lo olvides, y actúa en consecuencia.
Asegúrate de que tus posts tienen “botones sociales” para que tus lectores puedan compartir tus contenidos con un clic. No tenerlos constituye un handicap muy serio.
Distribuye los enlaces a tus posts siempre que publiques algo, en todas tus redes. Fomenta la conversación, atiende los comentarios, agradece la participación.
8º Ten muy claro desde el principio qué tipo de contenido vas a desarrollar
Es más fácil de lo que crees:
- Si eres un auténtico experto, tienes un montón de conocimientos y experiencias enriquecedoras en tu cabeza. Seguro.
- Si realmente sabes mucho, es imposible que no tengas nada que contar.
- Si lo que haces tiene sentido, es imposible que no haya un montón de información, anécdotas e historias que puedan interesar, e incluso apasionar, al menos a una parte de tu audiencia.
Como ya hemos visto, céntrate en lo que tu audiencia quiere, e intenta alinearlo con lo que quieres tú. Si das la espalda a la audiencia, nadie te prestará atención.
9º Busca ayuda
Tus colaboradores quizás también tienen cosas que contar. Cuando tu blog adquiera cierto prestigio, encontrarás personas que se sentirán honradas de participar en él como “firma invitada”.
No olvides que hay muchos expertos que te pueden ayudar a crear contenidos, o a mejorar el acabado de tus artículos, como por ejemplo redactores, y diseñadores gráficos. Recuerda:
Un auténtico experto siempre sabe reconocer el valor de otro experto.
Si necesitas ayuda, confía en profesionales.
10º Fórmate
No descuides nunca tu formación.
En lo relativo a tu presencia en Internet, puedes aprender mucho por la experiencia, pero también puedes dar pasos de gigante formándote para adquirir en poco tiempo conocimientos que de otro modo habrías tardado años en adquirir. Vía: Mecenium
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