La contra-publicidad (Subvertising), también
llamada anti publicidad o piratería publicitaria, hace críticas de la
publicidad convencional mediante la alteración de los mensajes que contiene.
Consiste en trastornar, revolver y destruir la publicidad utilizando las
propias técnicas publicitarias para invertir los significados de los mensajes
comerciales. Puede adoptar diferentes formas, como la modificación de vallas
publicitarias para desvelar la verdad de los anuncios, el grafiti, el uso de
bromas, juegos de palabras con las marcas, etc.
Es una forma de resistencia y de lucha contra
el mundo de consumo y la globalización. Denuncia los discursos y los abusos de
las grandes multinacionales que se apropian y comercializan el espacio público
en nuestra sociedad saturada de consumo y de valores comerciales. Detrás de
estas alteraciones de los mensajes publicitarios se esconden reivindicaciones
sociales, políticas, económicas, e incluso medioambientales. Tratan de alertar
la gente sobre cómo las grandes empresas nos perjudican y nos engañan a diario.
El alcance de la contrapublicidad se hace
cada vez más evidente en el aumento de emisores que usan esta herramienta
de comunicación actualmente. Partiendo
de una óptica activista pretenden con ella alcanzar una reflexión y replicar el
poder de la industria publicitaria. A propósito de ese carácter crítico e
insumiso, el subvertising resulta ser un movimiento muy heterogéneo que engloba
acciones tales como la actuación en las calles, la difusión de piezas gráficas
o la ofensiva directa, entre muchas otras. Mediante estas acciones se consigue
una cierta viralidad, que por cierto, también busca la publicidad convencional.
Quizá por ello la contrapublicidad sube un escalón hacia una profesionalización
del fenómeno.
Así pues, es pertinente hablar de la evolución de este movimiento, de los saltos cualitativos que se han producido desde las pintadas callejeras hasta la profesionalización de la actualidad. Con este objetivo, se divide la evolución en 5 etapas, de modo que se comprenda mejor el proceso.
HISOTRIA DE LA CONTRAPUBLICIDAD
La calle como medio de expresión social. Los rompe Anuncios (1930- 1940)
Bases culturales y artísticas del
subvertising: El arte Pop (1950 – 1960)
Andy Warhol, “Coca-Cola 5 bottles”, 1962
La época de los cincuenta y los sesenta resulta ser un momento preciso para la crítica, la ironía e incluso lo ilógico. En este entorno, surge el arte pop - Pop-Art en su terminología original convirtiéndose en el primer movimiento artístico en experimentar con el lenguaje publicitario.
Publicidad y
filosofía activista (1970 -1980)
Billboard Liberation Front,
2005
Ante una gran invasión del ámbito público por parte de la publicidad comercial, aumenta la desconfianza y las antipatías respecto a ésta. Por consiguiente, surgen los primeros grandes grupos activistas que luchan por atacar los anuncios de esa publicidad ya insana. Aparecen los: SITUACIONISTAS, FEMINISTAS, BLF (BILLBOARD LIBERATION FRONT (Frente de liberación de Vallas publicitarias).
BUGAUP Y
ADBUSTERS (1980 – 1990)
Bugaup, 1980
‘BUGAUP’ - Grafiteros que Utilizan las Vallas Publicitarias en Contra de Promociones no Saludables. La palabra Adbusters es un neologismo que une los conceptos “advertisement” (publicidad) y “bust” (destrozar). Su objetivo es utilizar la publicidad para vehicular ideas y compensar su manipulación de la sociedad.
2000 - Actualidad
Asistimos a la consolidación de la contrapublicidad
con el nacimiento de numerosos colectivos muy activos en diferentes países del
mundo. Eso se debe al contexto de globalización en el que vivimos dando lugar a
un aumento de manifestaciones anticapitalistas y de asociaciones de consumidores.
Como se puede observar
mediante los numerosos ejemplos de contrapublicidad a lo largo de los años, su
objetivo ha sido, y todavía es, ayudar a la toma de conciencia de los procesos
publicitarios, tratar de hacer reflexionar a la gente sobre la influencia de la
publicidad y combatir sus efectos negativos al nivel humano, social y medioambiental.
Reacciona también contra las prácticas comerciales abusivas y denuncia el hecho
de solo considerar a las personas como consumidores y objetos de mercado. Es
una llamada a la acción para cambiar nuestro mundo actual por una sociedad más
sostenible, equitativa y responsable.
Veamos algunos otros ejemplos de contrapublicidad digital:
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