Desde los más remotos orígenes del hombre, nuestra principal herramienta de transmisión del conocimiento ha sido “contar historias”. Tras innumerables generaciones, tú y yo somos la prueba viviente de la eficacia de esta herramienta. Sin ella, no habríamos llegado hasta aquí.
Estamos biológicamente programados para escuchar historias yemocionarnos con ellas.
Gracias a las técnicas de monitorización de la actividad cerebral que tenemos disponibles hoy en día, y a numerosos estudios de neuromarketing, sabemos que:
- Cuando nos ofrecen datos fríos y argumentos objetivos, solo se “encienden” zonas muy limitadas de nuestro cerebro, necesarias para procesar esa información en concreto.
- Cuando nos cuentan historias que involucran emociones, nuestro cerebro “se enciende como un árbol de Navidad”.
Esto tiene un impacto determinante en la memoria:
- Olvidamos los meros datos.
- Recordamos las historias que nos han emocionado.
En la actualidad, ya no es el sentido común, sino la ciencia, quien nos dice que contando historias comunicamos más y mejor.
Storytelling no es otra cosa que comunicar contando historias, para conseguir un impacto mayor y más duradero en nuestra audiencia.
Las técnicas de Storytelling nos pueden ayudar en todas las formas de comunicación, y son particularmente efectivas cuando hablamos en público o cuando utilizamos recursos audiovisuales.
Si quieres convencer, cuenta una historia
¿Te has fijado en que la publicidad de automóviles ya apenas se centra en enumerar prestaciones, sino que se apoya en historias, experiencias y emociones? Algo similar ocurre con la mayoría de los productos.
Cada vez con más frecuencia, vemos grandes campañas publicitarias en las que no se ofrece ni un solo argumento objetivo para que compremos algo. Esto se debe a que:
Resulta infinitamente más eficaz apelar a la emoción que a la razón.
Por supuesto, es más fácil emocionar contando historias (aunque no es la única manera). Como ejemplo, mira este sensacional y emotivo anuncio:
En el siguiente video (extraído del curso de mecenium “Cómo presentar y ganarte a tu audiencia” ), la escritora Natalia Gómez del Pozuelo explica de forma magistral su visión del Storytelling, y nos deja un ejemplo brillante de la mano de un gran orador:
¿Qué ganamos contando historias?
Cuando alguien nos relata una buena historia y lo hace apoyándose en un lenguaje corporal correcto, se producen en nosotros los siguientes efectos:
- Prestamos más atención con menor esfuerzo
- Somos más receptivos a puntos de vista distintos a los nuestros
- Nos sentimos más motivados y somos más proclives a la acción
- Retenemos mejor el mensaje, ya que su contenido, al despertar emociones, tiene un impacto mayor y más duradero en nuestro cerebro
Y lo más importante de todo, especialmente cuando usamos el Storytelling con fines profesionales:
El relato sigue ejerciendo un efecto en la audiencia una vez finalizado el mensaje, porque puede ser inspirador y servir de plataforma para nuevas ideas, nuevas conclusiones, interpretaciones y ramificaciones del pensamiento.
¿Qué tiene de diferente una historia?
Te responderé a esta pregunta con una sola palabra:
Emociones.
Si no involucra emociones, no es una historia. En el ejemplo del video de Natalia Gómez del Pozuelo esto queda muy bien reflejado.
Y recuerda:
Para emocionar a una audiencia, primero tienes que conocerla bien.
Los mejores oradores, los escritores más populares y los vendedores más exitosos suelen confesar que uno de los secretos de su éxito es conocer muy bien a su audiencia. Hay personas que tienen un talento innato para esto, y personas que simplemente se documentan a fondo.
No escatimes tiempo ni recursos para conocer, de verdad, cómo son las personas a las que te diriges.
Evita un error muy común entre los malos storytellers
El error más común entre las personas que no han terminado de entender la lógica en torno al concepto de Storytelling, es utilizar las historias como recursos de atrezzo, como un mero entretenimiento paralelo a la comunicación: “hablo de lo mío, a continuación cuento una historia para que no se me duerma la audiencia, y después sigo con lo que estaba…”. Storytelling no es eso.
El Storytelling no es un recurso para hacer un paréntesis; no hace las funciones de un chiste o de un juego. El Storytelling es parte del mensaje mismo que queremos transmitir a nuestra audiencia. Simplemente, se trata de sustituir argumentos fríos y exposiciones enumerativas por historias que motivan y retienen la atención. Vía: mecenium
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