[Recursos Humanos]
El conflicto puede ser sinónimo de cambio y parte de la vida emprendedora. Pero cuando aparecen desacuerdos en tu empresa, no puedes ignorarlos. En una compañía pequeña, incluso las disrupciones más modestas pueden causar problemas serios y no siempre contarás con managers que te ayuden a resolver el conflicto.
Te compartimos cuatro consejos para resolver problemas y tratar de mantener felices a todos:
No te saltes a las conclusiones. Es fácil asumir que una persona está en lo correcto y la otra está equivocada, pero como la mayoría de los problemas pueden resolverse de varias maneras, los jugadores de los que eres árbitro podrían estar ofreciendo distintas rutas para ganar. Por eso debes escuchar a todos los involucrados.
Deja claro que simplemente estás reuniendo información y que no estás tomando partes. Podrías descubrir que una diferencia de opinión honesta ha crecido demasiado, o que las partes se disgustan ciegamente. De cualquier manera, tu trabajo es determinar la mejor solución para tu empresa, no decidir entre ganadores y perdedores.
Reúnelos en la misma habitación. A veces escuchar las disputas en un escenario formal puede convertir argumentos individuales en discusiones de negocios. Pon a las partes en la misma sala de juntas y trae también a otros miembros del equipo. La meta es invitar a cada persona a expresar su caso y defenderlo. Al examinarse calmadamente, las vistas opuestas pueden ser más cercanas de lo que se esperaba. Si no es así, al menos estás forzando a las partes a escucharse mutuamente con calma.
Tómate tu tiempo. Como emprendedor, la presión puede llevarte a apresurarte en cada crisis que enfrentas, especialmente en aquellas donde lidias con el personal. Pero necesitas que los miembros de tu equipo trabajen los unos con los otros sin importar la estrategia que eso requiera, así que asegúrate que todos sientan que realmente los estás escuchando.
Cuando tomes una decisión, considera a detalle los argumentos de cada uno y valida sus fortalezas. Depende de ti demostrar que tu decisión está bien razonada y que no fue tomada con rapidez, o con base en quién llegó antes contigo o, peor aún, en quién te cae mejor o confías más. Las ideas de todos cuentan, incluso cuando no todos concuerdan con ellas.
Aléjate de tu email. El correo electrónico es la mejor herramienta de evasión que existe, pero en esta situación no puedes esconderte detrás del Outlook. Es muy fácil que los mensajes sean malinterpretados y sacados de contexto.
Intenta identificar qué sucede en persona, deja claro que estás escuchando y ten la mente abierta conforme escuchas a las personas. Si atiendes a estos asuntos correctamente,mostrarás a tu equipo cómo esperas que lidien con el conflicto. De todas formas, decepcionarás a alguien, pero entenderá que tomaste una decisión informada.
Vía | soyentrepreneur
Publicación por IXOUSART.
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